jueves, 7 de noviembre de 2013

Luna

La luna...

mírala ahora.
Cuarto creciente, lo llaman. Pero yo sé que no es sólo eso. Hay algo más.

Es la luna la que esta noche nos acogerá en su regazo, nos acunará y nos protegerá.

Y poco a poco, noche tras noche, crecerá. Y su barriga, que antes nos acogía, pronto nos expulsará a la noche, a la oscuridad. Nos podemos agarrar con uñas, dientes y lo que tengamos. Pero no hay alternativa. En pocos días, sin remedio, su barriga, tan hospitalaria como era antes, se habrá tornado en agreste, dejándonos expuestos sin remisión.

Pero no hay que temer, porque será para buscar otros mundos. Y pronto, antes de darnos cuenta, la volveremos a encontrar y acogiéndonos, preguntará "¿qué habéis visto?", "¿qué habéis vivido?"

Y llegará entonces el momento de iluminación, de comprensión, que lo que antes nos pareció un desgarro salvaje, ahora nos parecerá oportunidad, descubrimiento y crecimiento antes de volver a la seguridad que ya nos meció, y nos volverá a mecer.

La luna

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