jueves, 10 de julio de 2014

Física y química

La física es la pera. Nos enseña cosas increíbles, sobre lo muy grande, y sobre lo muy pequeño. Pero lo más increíble de todo, es lo parecidos que son los dos mundos.

Existe un fenómeno en el mundo cuántico (lo muy chinorris, vamos), que es el entrelazamiento. Básicamente, la idea es que si dos partículas están entrelazadas, los cambios de estado que se provocan en una se replican inmediatamente en la otra. Eso sucede pese a estar separadas por una distancia no pequeña.

Hay un festival japonés de verano, llamado Tanabata (七夕). Las estrellas Vega y Altair representan a los amantes Orihime y Hikoboshi. La noche del 7 de julio (7/7), ambas estrellas se alzan en el firmamento, con la Vía Láctea entre ellas que las une como un río. Es la única noche del año que se les permite a la pareja unirse, con la condición de esa noche no llueva. Separados, a muchos años luz, mantienen un vínculo invisible e indestructible que resiste el paso del tiempo y las contrariedades.

¿Y en nuestro mundo? ¿Existe el entrelazamiento, existen los lazos tan fuertes?
Existen. Sólo que les damos otros nombres. Y no sabemos ni cómo ni por qué ni cuándo se darán. Ni otras cosas.

La física es alucinante.

Pero la química... la química es magia.


Polvo de estrellas

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